La mujer experimenta numerosos cambios fisiológicos y anatómicos durante el embarazo, debido a que el cuerpo se va adaptando para albergar al bebé y dar a luz posteriormente. Algunas modificaciones como el perímetro del abdomen son evidentes, pero existen otras como alteraciones articulares y musculares, es por esto que la fisioterapia durante el embarazo nos ayudará en gran medida a atenuar estos cambios y a disfrutar de un mejor embarazo.
Diversos factores como el aumento de relaxina, los patrones anormales de activación muscular y el crecimiento del pecho, favorecen las siguientes adaptaciones estructurales, anatómicas y biomecánicas en el embarazo.
Se produce una antepulsión de los hombros acompañada de un incremento de la cifosis torácica y la curvatura lumbar y cervical, ocasionando un adelantamiento de la cabeza. La alteración a nivel lumbar se ve facilitada por la debilidad de la musculatura abdominal y la inestabilidad articular de la región sacroilíaca. El aumento del peso, nos lleva a un cambio del centro de gravedad, lo cual desencadena adaptaciones estructurales como la horizontaliación del sacro, anteversión pélvica o torsión anterior de la pelvis.
Estas alteraciones suelen producir molestias en un gran porcentaje de mujeres embarazadas, la fisioterapia ayuda a minimizar las dolencias usuales, reducir las posibles compensaciones y proporcionar un buen estado musculoesquelético para el momento del parto.
Por otro lado debemos hacer especial hincapié en el suelo pélvico, el cual está constituido por por tejido muscular y conjuntivo. Presenta importantes funciones como sostener las vísceras y realizar una correcta micción y defecación, por lo que es una estructura con gran importancia en nuestra calidad de vida. En numerosas ocasiones se ve afectado en la gestación por la presion que ejerce el aumento del peso del útero sobre la musculatura provocando debilidad y distensión, además de la expansión a la que es sometido durante el parto para permitir la salida del bebé. El entrenamiento de este grupo muscular durante estos meses previene patologías futuras procedentes del parto como incontinencias, prolapsos o disfunciones sexuales. En base a esto es imprescindible preparar esta zona para dicho momento, la musculatura debe ejercitarse de forma que presente buen tono, resistencia muscular y elasticidad, que además de disminuir el tiempo de trabajo del expulsivo, reduce el porcentaje de episiotomías y desgarros.
El enfoque de fisioterapia en el embarazo engloba numerosas técnicas cuya finalidad es adquirir la fortaleza y flexibilidad en este grupo muscular para prevenir daños y facilitar una mejor recuperación postparto. El tratamiento se adapta a los objetivos establecidos en cada estadío evolutivo del embarazo y a las necesidades de cada persona.
- Movilidad de la pelvis y liberación de la musculatura, aumenta el rango de amplitud articular facilitando la apertura y ayuda a disminuir las molestias y compensaciones.
- Ejercicios de tonificación, mantenimiento de un buen estado para facilitar el parto.
- Masaje perineal: Se realiza con mayor frecuencia durante las 6 últimas semanas de embarazo, su objetivo es relajar y proporcionar elasticidad gradualmente en el pasaje vaginal, periné y musculatura vaginal antes del parto, con el fin de evitar desgarros y familiarizarse con las sensaciones experimentadas durante este.
- Posturas para favorecer la dilatación y trabajo de los pujos en el expulsivo, con el fin de reducir lesiones y mejorar el parto.
- Reeducación postural y ejercicios de relajación.
Desde Body Global Trainning queremos romper la asociación habitual de gestación con molestias y posteriores disfunciones mediante un tratamiento integral de todos los aspectos necesarios para tener un mejor embarazo y parto.
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Sara Donaire
Fisioterapeuta en Body Global Training